Según la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006), una persona con discapacidad es aquella con deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, pueden impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con las demás. La condición puede variar en función de los apoyos que la persona reciba.
Existen 4 clasificaciones de la discapacidad de acuerdo a la limitación que cada una presenta:
Motriz:
deficiencias para caminar, manipular objetos, coordinación de movimientos, etc. Es la más común, entre ella está (secuelas de polio, lesión medular, amputaciones, espina bífida, falta de alguna extremidad).
Sensorial:
deficiencias visuales, auditivas y a quienes presentan problemas de comunicación y lenguaje.
Psicosocial:
es la discapacidad que se puede derivar de una enfermedad mental y que tiene factores bioquímicos y genéticos, no está relacionada con la discapacidad intelectual. Por ejemplo: depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar, entre otros.
Intelectual:
Disminución de las funciones mentales superiores (inteligencia, lenguaje y aprendizaje, entre otros) así como de las funciones motoras. Incluye a personas que presentan discapacidades para aprender y realizar algunas actividades de la vida diaria. Se encuentra el Síndrome de Down, personas con autismo, síndrome de Asperger.
Si vas a conversar con una persona en silla de ruedas, intenta que tanto tus ojos como los suyos queden a la misma altura. —Toma en cuenta que no debes mover o manipular la silla de ruedas sin antes pedir permiso a la persona. Si piensas que una persona puede necesitar tu ayuda, ofrécela, y en caso de que sea aceptada pregunta cómo es la forma adecuada de ayudarla. Siempre deja las ayudas técnicas (muletas, bastones, caminadores, etcétera) al alcance de la persona.
incluye a las personas ciegas y a los débiles visuales. Identifícate inmediatamente, antes de tener cualquier tipo de contacto Si tiene problemas para caminar, ofrece tu brazo, no lo tomes del suyo. Utiliza indicaciones que lo puedan ayudar a orientarse, como: izquierda, derecha, arriba, abajo, adelante y atrás. Describe verbalmente los escenarios y situaciones.
Cuando quieras dirigirte a una persona sorda o con deficiencia auditiva llama su atención con un gesto o tócala levemente en su hombro. Mantén siempre el contacto visual. Sé expresivo al hablar, para que las personas puedan identificar tus sentimientos y el tono con el que estás diciendo las cosas. Nunca te tapes la boca, esto dificulta que la persona pueda llevar a cabo una lectura labial. Cuando la persona cuente con la asistencia de un intérprete, dirígete directamente a la persona sorda, no al intérprete.
No te sientas intimidado por los movimientos, sonidos o expresiones que lleve a cabo una persona con discapacidad intelectual. Si no entiendes lo que la persona te quiere decir, o ésta tiene dificultades para hablar, pídele de una forma atenta y respetuosa que te repita lo que te quiso decir. Siempre ten presente que las personas con discapacidad intelectual tienen una dinámica más lenta para comunicarse, tomar los alimentos y andar, entre otros, por lo cual debes respetar el ritmo de cada persona para hacer las cosas. Nunca trates a una persona adulta con discapacidad intelectual como un niño, ten en cuenta su edad y sus capacidades.
Siempre acércate de manera franca y respetuosa. Sé natural y sencillo. Limítate a ayudar en lo necesario. Permite que se desenvuelva sola en el resto de las actividades. Demuestra interés y empatía. Tómate tiempo para escuchar lo que dice y háblale lenta y claramente. Evita situaciones que puedan generar estrés.
SE DICE | NO SE DICE |
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Persona con discapacidad Ojo: no se dice “no, ella no tiene discapacidad, ella es una persona normal”, todos somos normales. |
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Persona con discapacidad motriz |
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Persona con discapacidad intelectual |
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Persona con discapacidad visual |
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Persona con discapacidad auditiva Ojo: las personas con discapacidad auditiva no son mudas. |
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Persona con discapacidad mental |
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En términos estadísticos, las personas con discapacidad son aquellas que tienen dificultad grave o severa (mucha dificultad o no pueden hacerlo) para realizar actividades consideradas básicas (caminar, subir o bajar usando las piersnas, ver aunque use lentes, mover o usar sus brazos o manos, aprender, recordar o concentrarse, escuchar auqnue use aparato auditivo, bañarse, vestirse o comer, hablar o comunicarse). En 2014 en México vivíamos 120 millones de personas de las cuáles 7.1 millones de habitantes tenían discapacidad, esto es el 6% de la población.
De este total de población detectada con discapacidad, casi la mitad de personas (47.3%) son mayores de 60 años, pero un porcentaje importante (34.8%) tienen entre 30 y 59 años de edad, esto es, existen casi dos millones y medio de personas en México en edad productiva.
En relación al tipo de discapacidad es importante considerar que en muchas ocasiones una sola persona presenta más de una limitación, sin embargo haciendo un ejercicio de simplificación, la discapacidad que más se presenta es la motriz (64.1%), seguida por la visual (58.4%), intelecutal (38.8%), auditiva (33.5%), mental (19.6%).
En relación a las causas de la discapacidad, de acuerdo con el INEGI, la principal causa de discapacidad es la enfermedad (41.3%) seguida por la edad avanzada (33.1%). El 10.7% de la población con discapacidad nace con di discapacidad y el 8.8% se debe a accidentes.
El 83% de las personas con discapacidad están afiliadas a un servicio de salud (seguro popular, IMSS, ISSSTE, ISSSTE estatal, PEMEX, Defensa o Marina) , pero esta afiliación se da debido a que algún familiar los dio de alta o lo adquirieron a través de algún programa social, únicamente el 12% de los afiliados son debido a su trabajo.
Menos de la mitad de la población con discapacidad entre 3 y 29 años asiste a la escuela y los que asisten son en su mayoría a primaria. A partir de los 19 años ya no existen ofertas educativas suficientes para que continúen preparándose para el mundo laboral. El porcentaje de la población con discapacidad analfabeta de 15 años y más es de 22.7% (la población sin discapacidad analfabeta en el país es de 3.8%). Únicamente el 7% de la población con discapacidad tiene acceso a la eduación superior. En promedio, la escolaridad de la población con discapacidad de 15 años o más es de 5.3 años, mientras que este promedio para perosnas sin discapacidad es de 9.8 años.
En relación al trabajo, de cada 10 personas con discapacidad en edad para trabajar, únicamente 4 participan en actividades económicas. A nivel nacional, la tasa de participación económica de la población con discapacidad es de 26.6% menor que en la población sin discapacidad. En relación al tipo de discapacidad y su inclusión laboral, las personas con discapacidad visual son las que tienen mayor participación en actividades económicas (40%) seguidas por las personas con discapacidad auditiva (35%) y discapacidad motriz (32.4%).
La desventajosa situación de las personas con discapacidad en términos de su acceso y permanencia en la educación y en la capacitación para el trabajo, podría estarse reflejando en los reducidos porcentajes de participación en actividades económicas. Contar con recursos económicos es fundamental para que los individuos puedan adquirir bienes y servicios que requieren para satisfacer sus necesidades. ¿De dónde obtienen los recursos las personas con discapacidad si menos de la mitad participa en actividades económicas? Bueno, de programas de gobierno, de su jubilación o de ayuda de otras personas (hijos, padres o parientes)
En nuestro país, el 49% de las personas con discapacidad que trabajan NO tienen prestaciones, el 19% gana menos del salario mínimo y el 14% no recibe remuneración por su trabajo.
3 Instituto Nacional de Estadística y Geografía, La discapacidad en México, datos al 2014, c2016
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